Un Encuentro para Pausar, Respirar y Redefinir Nuestro Cierre de Año
Hay momentos del calendario que nos pasan por encima. Diciembre suele ser uno de ellos: cierres, demandas, listas infinitas, culpas, cansancio acumulado. Por eso, este año decidimos hacer algo distinto. Y lo hicimos juntas.
El pasado 27 de noviembre de 2025, en el espacio verde y silencioso de Villa Poli – Arboria (Yerba Buena), nos reunimos para un encuentro que fue mucho más que un taller: fue un paréntesis necesario. Un espacio para bajar el ritmo, soltar la exigencia y encontrar, de a poco, una forma más amable de acompañarnos en el final del año.
Una experiencia práctica para volver al cuerpo y a la naturaleza
La propuesta de Caro Ferreyra y Agus Hatem —psicólogas, madres, mujeres sensibles a los procesos internos— fue clara desde el inicio: frenar para poder ver.
No con teoría interminable ni consignas abstractas, sino con dinámicas simples y profundas que nos devolvieran al cuerpo, al presente y al entorno natural que nos abrazaba.
Trabajamos con ejercicios de conexión, respiración, escritura y exploración interna.
Cruzamos miradas, compartimos historias y también silencios. Y algo se aflojó.
Comprender el estrés para dejar de pelearnos con él
Uno de los momentos más valiosos del encuentro fue cuando Agus introdujo conceptos de neurociencias para entender qué le pasa realmente al cerebro cuando vivimos en automático, corriendo detrás de obligaciones, perfeccionismos y expectativas ajenas.
Ese entendimiento nos ayudó a mirar nuestro cansancio sin culpa. A reconocerlo, nombrarlo, legitimar su existencia… y recién ahí, transformarlo.
Un diciembre más liviano y un brindis con sentido
Al finalizar, cada persona se llevó una agenda concreta: un plan realista, flexible y personalizado para transitar diciembre con intención, claridad y coherencia emocional.
Un mapa simple, sin fórmulas mágicas, para llegar al Año Nuevo sin sentir que diciembre nos arrastró por completo.
La pregunta que guiaba este trabajo era poderosa:
¿Cómo quiero llegar al brindis?
¿Exhausta, desconectada y en piloto automático?
¿O pudiendo reconocer que elegí —conscientemente— qué hacer, qué no, y cómo cuidarme en el proceso?
Muchas participantes compartieron que, por primera vez, sintieron alivio. Y también permiso: permiso para descansar, para soltar agendas imposibles, para priorizarse sin culpa.
Un espacio que sigue creciendo
Este encuentro fue arancelado y con inscripción previa, y los cupos se agotaron rápido. Pero sobre todo, dejó algo que continúa latiendo: el deseo de seguir creando espacios donde podamos encontrarnos desde la presencia, la amabilidad y el disfrute.
Sabemos que necesitamos más momentos así. Y vendrán nuevos.
Si querés enterarte de próximos encuentros o sumarte a esta comunidad que acompaña desde la mirada respetuosa y consciente, podés escribirnos a:
Caro: 3814025684
Nos encanta caminar este camino juntas.
Nos encanta recordar —una y otra vez— que siempre podemos elegir una forma más liviana de vivirnos.
